Sept. 7, 2023, 11:39 a.m.
Aug. 30, 2023, 7:24 p.m.
Aug. 29, 2023, 1:39 p.m.
Parálisis de la vida sindical
Hay que contar con los trabajadores y las reabajadoras y buscar formas de unidad con el movimiento pensionista
Ahora que, después de muchas vacilaciones, se procede por parte de los dirigentes sindicales a convocar concentraciones de delegados sindicales por algunas reivindicaciones, de entre los compromisos que se llegó con el Gobierno hace tiempo, es hora de establecer un diagnostico acerca de la actividad sindical. La política de pactos sociales permanentes con patronal y gobierno, y la estatalización creciente de los sindicatos los ha reducido y marginado acerca de los problemas reales de los trabajadores, y por tanto aparatado de los mismos trabajadores. A lo que ha contribuido una mala imagen cosechada por casos de corrupción interminables. Y sin embargo la indignación social no hace sino crecer en los sectores más explotados y precarios.
La prolongación de los ERTEs hasta el 31 de mayo, leva incluida la prohibición de despido durante los seis meses siguientes al vencimiento del mismo, por lo que en muchas empresas se conocen procesos de despido encubiertos. El número de despedidos y precarios desborda todos los cálculos y muchos trabajadores carecen de la necesaria cobertura social.
La guerra de las pensiones es una cuestión en la que los sindicatos ocupan desde hace muchos años un papel contrario al de sus intereses como organizaciones de trabajadores, actuando por el contrario como agentes comerciales de las principales entidades privatizadoras, compartiendo empresa al respecto con el mismo BBVA. Ahora con las exigencias de la UE, después de los acuerdos establecidos en el Pacto de Toledo contra las pensiones, los dirigentes sindicales que, son los únicos que tienen la palabra, quieren saber lo que se está negociando por parte del Gobierno en Bruselas.
El movimiento de pensionistas que, se esfuerza en preparar concentraciones en defensa del sistema público de pensiones el próximo 13 de febrero, debería poder contar con la participación de los sindicatos con sus afiliados si es que quieren defender en unidad las pensiones y las reivindicaciones sociales. La misma convocatoria del próximo día 11 de febrero, limitada la participación a los delegados sindicales ante las sedes de las Delegaciones del Gobierno de toda España, es un llamamiento que no tiene en cuenta a los trabajadores, cuando nada se va a conseguir en positivo sin poner el dedo en la llaga de la necesaria participación de los trabajadores y de sus sindicatos en sus propios asuntos sin intermediación permanente de ningún tipo.
La extensión del movimiento de pensionistas a todos los sectores afectados por la contrarreforma pasa por el llamamiento a los sindicatos para que en igualdad participen en las asambleas provinciales, eligiendo comités de lucha representativos de todos los sectores incluidos los sindicatos. Las concentraciones de delegados sindicales del próximo día 11 están motivadas por tres reivindicaciones: derogación de la contrarreforma de pensiones de 2013, corregir las reformas laborales de Zapatero de 2012; y subir el salario mínimo interprofesional. A lo que los dirigentes sindicales vinculan la negociación con el Gobierno de las medidas de contrarreforma que se están decidiendo con Bruselas en medio de la ocultación a la opinión pública.
La misma mesa del pacto social permanente con el Gobierno y la patronal esta bloqueada porque el Gobierno otorga derecho de veto a la CEOE en la negociación, por lo que la tan cacareada negociación no es sino una pantomima para salir en los telediarios, pero carente de valor sindical y social alguno. La pandemia como gota que desborda el vaso de la situación, que se prorroga ante la ineficacia oficial, ahora con una vacunación casi paralizada por la falta de medios y de vacunas, ha venido a dejar la actividad sindical en casi nada. Y las vacunas que llegan son monopolizadas por la casta del régimen a su antojo.
Evidentemente la Unión Europea no es capaz de hacer cumplir sus compromisos con los grandes monopolios farmacéuticos a los que financia, dejando que se especule con las vacunas; vendiéndolas al mejor postor y al mejor precio. El comportamiento de las farmacéuticas exige la toma de medidas de control y nacionalización en defensa de la salud pública.
Jan. 27, 2020, 11:48 a.m.
May 17, 2019, 2:09 p.m.