Partido Socialista Libre Federación

150 aniversario de la COMUNA DE PARÍS

La primera republica de trabajadores
150 a
niversario de la COMUNA DE PARÍS

Ildefonso Gómez presidente del PSLF

Durante setenta y dos días, los obreros de Paris protagonizaron en nombre de los obreros del mundo entero la lucha por instaurar su propia república de clase. Desde el 18 de marzo hasta el 28 de mayo de 1871 ondeo la bandera roja en el Ayuntamiento de Paris, convertido en sede de la Comuna, del primer gobierno obrero e la historia. Las extremas condiciones sociales y económicas, la espontaneidad y la altura de miras empujo la revolución sin una dirección política basada en la organización de un partido obrero, asentada sobre un programa de toma del poder, y de extensión de la revolución social. Las corrientes políticas que animaron la Comuna, “prohudonistas” y “blanquistas” en particular, pese al heroísmo de sus hombres y mujeres, sus dirigentes no pudieron resolver las principales cuestiones políticas a las que se vio enfrentada la Comuna, y la Primera Internacional- ya proclamada- no tenía en la fecha los lazos políticos y organizativos necesarios para determinar un cambio de rumbo de los acontecimientos.

Las enseñanzas de la Comuna son fundamentales: -Patriotismo o socialismo. La guerra franco-prusiana constituía el marco general de la situación política. Las ilusiones patrióticas emanadas de la burguesía francesa, que prendieron en sectores de la pequeña burguesía, hicieron mella-también- en los mismos luchadores. Un movimiento socialista de fondo, preso de ilusiones patrióticas no, pudo combinar de manera adecuada las tareas democráticas nacionales con las tareas directamente socialistas. La libertad de Francia, es decir la independencia nacional, debía poder haberse combinado con las tareas necesarias para poner término al yugo capitalista. La firma del gobierno de Versalles del acuerdo de paz con los prusianos fue una capitulación de la burguesía francesa que empujo al movimiento social de la Comuna y a la misma guerra civil. La bandera roja ondeando en del Ayuntamiento de Paris se convirtió en un llamamiento a los obreros de toda Europa y del mundo, poniendo sobre el tapete de la historia de la lucha de clases los problemas centrales de la revolución socialista, y ello desde finales del siglo XIX. -Defensismo u ofensiva sobre Versalles.

De las principales enseñanzas de la experiencia de la Comuna hay que extraer la vacilación de los dirigentes de la Comuna de no preparar las condiciones que permitieran avanzar sobre Versalles y poner término al gobierno burgués. Ofensiva militar sobre Versalles que hubiera impedido la reorganización de la reacción y la contrarrevolución, extendiendo el movimiento. Y ello en la medida que la lucha de clases se transformó en lucha armada y en guerra civil. Acción que hubiera concitado y unificado todos los movimientos pro-Comuna que se desarrollaron en las principales ciudades de Francia.

-La no expropiación de los capitalistas. Las principales medidas tomadas por la Comuna relativas a la democratización del régimen social, la supresión de la burocracia de Estado, la elegibilidad de los funcionarios por el pueblo, con un salario como el de los trabajadores, chocaron con la indecisión de no proceder a la expropiación de los capitalistas. Poniendo de relieve que el principal problema de toda revolución es el de la toma del poder y la expropiación de los capitalistas. La cuestión de cuestiones de las lecciones históricas de la Comuna de Paris: la ausencia de partido obrero. Los Comuneros de Paris no pudieron ir a la lucha revolucionaria apoyados en un partido obrero probado en la lucha de clases, con un programa político y social elaborado a tal efecto. A la ausencia de partido obrero, constituido como tal, hay que unir la inexistencia de sindicatos de masas y de cooperativas de productores. La ausencia de una dirección revolucionaria no podía sino contribuir a la confusión y a la vacilación política. Lo que hace referencia a que no se reunían -de forma adecuada - las dos condiciones fundamentales de toda revolución social: la existencia de fuerzas productivas altamente desarrolladas y una base obrera bien preparada y apoyada en un programa y en un partido fundado en los intereses de la clase trabajadora.

Las medidas fundamentales de la Comuna -llevadas a cabo- constituyeron toda una enseñanza de la que vivieron los partidos que se constituyeron en el ámbito de la lucha por la Internacional Obrera, a saber: el armamento del pueblo, reemplazando a los cuerpos policiales y militares de Estado: La separación de la Iglesia-Estado, y la supresión de toda subvención al fomento del culto religioso, la instrucción pública laica... Medidas democráticas y sociales que ciento cincuenta años después mantienen su pleno valor. La criminal represión llevada a cabo contra la Comuna que, afecto a buena parte de la población de Paris, que causo 30.000 muertos y 45.000 detenidos fue un duro golpe que imito la contrarrevolución en toda Europa. El muro de los Federados de Paris sigue siendo un referente histórico, y político de la lucha de los trabajadores y pueblos del mundo por el socialismo.

La historia y la obra de la Comuna, sus principales enseñanzas, vive por ello en la conciencia de los socialistas del mundo entero, en tanto que la causa de la Comuna sentó la base de la causa de la revolución social, es decir de la emancipación política y económica de la clase trabajadora. En honor de los comuneros, ¡Viva la revolución social! ¡Viva la Comuna

  • March 23, 2021, 6 p.m.

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