March 20, 2023, 12:36 p.m.
March 9, 2023, 1:32 p.m.
March 6, 2023, 1:41 p.m.
Espacioindependiente nº 390, jueves 21 de enero, 2021 http://elespacioindependiente.wordpress.com/:f:info.espacio.independiente
Las guerras del Sáhara y Yemen…
Paren el suministro de armas a Marruecos, Arabia Saudí y Emiratos Árabes…
La ocultación de los conflictos bélicos por los medios de comunicación en los que un Estado está involucrado es todo un índice de su complicidad, directa o indirecta, con las guerras y los negocios que de ellas se derivan. Ocultación que, así mismo define a los propios gobiernos en su comportamiento real, ya que una cosa es lo que dicen que son, y otra cosa lo que realmente son y por tanto a quién sirven.
Las guerras imperialistas no son cosa del pasado. En la tradición de los partidos que se reclaman de las aspiraciones de los trabajadores y los pueblos, las guerras han marcado siempre una frontera. En sus orígenes, los partidos socialistas defendieron los principios de una política antibelicista, en total oposición a la guerra y al militarismo. En el caso del PSOE, que nació como partido socialista ligado a la Internacional de Trabajadores, es bastante conocida cuál fue su posición en conflictos armados, que desde 1888 hasta 1917 involucraron a la burguesía española y la monarquía en guerras coloniales como las de Cuba y Filipinas, y en la misma guerra de África (Marruecos).
En el Congreso de la Internacional Socialista de 1896, con la participación de delegados españoles, se aprobó un mensaje contra las guerras coloniales de Cuba y Filipinas, “saludando a todos los que lucha por conquistar su nacionalidad”. En la actividad política cotidiana, los reagrupamientos socialistas hicieron campaña permanente contra las guerras coloniales, oponiéndose a la recluta discriminada de soldados; ya que los hijos de familias que podían pagar la cuota de dinero exigible se salvaban del reclutamiento forzoso.
La injerencia de la burguesía española y de la monarquía en Marruecos, a principios del siglo XX, está vinculada al reparto de África diseñado por las principales potencias europeas. Lanzaron empresas que conocían las riquezas mineras de la zona, y se pusieron a la cabeza establecieron las infraestructuras necesarias para su explotación; lo que motivó el rechazo de los indígenas a la operación colonial. ¡Ni un hombre, ni un céntimo para la guerra de Marruecos! Esa fue la consigna de lucha contra el movimiento colonizador de principios del siglo XX.
Estas referencias históricas de la oposición socialista a las guerras coloniales de la burguesía española deben ser tenidas en cuenta a la hora de entender el actual conflicto armado entre Marruecos y el pueblo saharaui, que tiene su origen en la traición de España al mandato descolonizador de las NNUU. En 1975 Juan Carlos de Borbón, que asumía ya en la enfermedad de Franco las funciones de la jefatura del Estado, negocia la entrada de tropas de ocupación marroquíes, regimientos de tanques y blindados en el Sáhara Occidental detrás de la “Marcha Verde” y de tropas mauritanas por el Sur, ante la retirada del Ejército español. Lo cual se acababa de pactar en Madrid con el reparto de los bienes mineros y pesqueros del Sáhara.
La Asamblea General de Naciones Unidas rechazó de forma determinante los acuerdos del Estado Español, Marruecos y Mauritania para saquear el Sáhara Occidental, exigiendo mediante una resolución el respeto a la legalidad internacional, que reconoce el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Cuarenta y tres años después, el conflicto colonial del Sáhara sigue en marcha con la intervención militar de Marruecos apoyada por la Monarquía española y su gobierno.
Sobre el régimen español recae la responsabilidad política de una potencia que, habiendo sido encargada de un proceso descolonizador por las NNUU, lo ha convertido en su contrario, negociando con el Reino de Marruecos para extender de hecho sus fronteras mediante la guerra, repartiéndose entre empresas imperialistas las materias primas y la pesca. El principio internacional de la soberanía saharaui ha servido para que se condene en los tribunales internacionales el saqueo que se practica por unos y otros, haciendo al gobierno español responsable de que no se lleven a cabo los procesos de descolonización, en tanto que sigue siendo la potencia administradora de dichos territorios.
Por ello, colectivos africanos y europeos preparan una moción a Cortes reclamando la responsabilidad política descolonizadora del gobierno español, responsable de establecer las condiciones de un referéndum en el Sáhara que permita acabar con la guerra y, después de tantos años, hacer posible un referéndum que exprese la voluntad del pueblo saharaui.
También, la ocultada guerra que se sigue contra el pueblo de Yemen se prologa desde hace más de tres años con resultados desastrosos para la población. Un amplio elenco de países imperialistas, de Arabia Saudí, EEUU, Reino Unido, Francia, Emiratos Árabes, Marruecos… y otros países aplastan a la población civil con grandes bajas entre los niños. Naciones Unidas no ha tenido por menos que calificar la guerra del Yemen como “el peor desastre humanitario causado por el hombre”.
Por ello organizaciones socialistas independientes de varios países, entre ellos de España, han hecho recientemente una declaración conjunta: El Mundo dice no a la guerra del Yemen, convocando una jornada de protesta internacional el próximo día 25 de enero de 2021. Declaración que dice:
“El bombardeo y el bloqueo liderado por Arabia Saudita desde 2015 contra Yemen ha matado a decena de miles de personas y ha devastado el país. Naciones Unidas califica la situación como la mayor crisis humanitaria en la tierra. La mitad de los habitantes del país están al borde de la hambruna, el país tiene el peor brote de cólera del mundo en la historia moderna y ahora Yemen tiene una de las peores tasas de muerte por COVID en el mundo: mata a una de cada cuatro personas que son diagnosticadas positivas. La pandemia, junto a la retirada de la ayuda, empuja a más gente al hambre acuciante.
A pesar de esto, Arabia Saudita está aumentando la guerra e intensificando el bloqueo. La guerra es posible únicamente porque países occidentales -en particular EEUU y Reino Unido- continúan armando a Arabia Saudita y proporcionándole apoyo militar, político y logístico. Las potencias occidentales participan activamente y tienen capacidad de detener la crisis humanitaria más aguda del mundo. El desastre en Yemen es obra humana, está causada por la guerra y el bloqueo, se puede detener.
Personas y organizaciones de EEUU, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Italia, España… y de otros lugares del mundo se unen para pedir el fin de la guerra en Yemen y la solidaridad con sus habitantes, exigiendo a nuestros gobiernos: ¡Paren la agresión contra Yemen! ¡Paren el suministro de armas y el apoyo a la guerra de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos! ¡Levanten el bloqueo sobre Yemen y abran todos los puertos y aeropuertos! ¡Reestablezcan y aumenten la ayuda humanitaria al pueblo yemení!”.
Hay un elemento de singular importancia que afecta al Estado y al Gobierno de España en relación con la guerra del Sáhara y del Yemen: su responsabilidad política y la derivada de los crímenes de guerra en ambos conflictos, ya que actúan como vendedores de armas y municiones para los ejércitos agresores, respaldando a los ejércitos de Marruecos, de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos…
Colectivo editor: del Partido Socialista Libre Federación
Oct. 29, 2019, 1:26 p.m.
Oct. 3, 2019, 12:36 p.m.