La Unión Europea incrementa el caos de las vacunas

La incompetencia de los burócratas de Bruselas se supera así misma con el asunto de las vacunas de la pandemia del coronavirus.

Primero, ocultaron las condiciones económicas y de entrega, de la contratación de las vacunas con las grandes multinacionales farmacéuticas, luego organizaron la entrega de las misma con una lentitud pasmosa, cuando todos los días mueren cientos de miles de personas, de manera que ya hay países que amenazan con comprar directamente las vacunas necesarias para su población, rompiendo con los compromisos de la UE.

Los problemas de salud que han causado las primeras vacunaciones han multiplicado el negacionismo, lo que ha llevado a la suspensión de los ya lentos planes de vacunación establecidos con la vacuna de Astra Zeneca. 

A esto se suma el veto a vacunas muy eficientes como las rusas o cubanas en benefico de las multinacionales farmaceuticas occidentales por parte de la burocracia de Bruselas o la negativa criminal a anular las patentes en medio de una pandemia mundial. No deseamos olvidar el poco caso y casi nula inversión del Gobierno de España a la vacuna promocinada desde el centro público CSIC que es muy segura y muy fácil de administrar, lo que demuestra que prima beneficiar a las multinacionales.

 Solo la nacionalización de la industria farmaceutica acabará con este mercado infame y la corrupción entorno a nuestro derecho a la vida.