Sept. 7, 2023, 11:39 a.m.
Aug. 30, 2023, 7:24 p.m.
Aug. 29, 2023, 1:39 p.m.
HACIA UNA NUEVA PARTICIÓN IMPERIALISTA EN SIRIA
La decisión de D. Trump de retirar las tropas norteamericanas de la frontera de Turquía con Siria ha creado una nueva situación general, tanto de la guerra como de la crisis institucional en los EEUU. La Cámara de Representantes norteamericana aprobó una resolución diciendo que “una retirada abrupta del personal militar de EEUU. de determinadas partes del noroeste de Siria beneficia a los adversarios de EEUU. Como Siria, Irán y Rusia”. Resolución a la que se unieron la mayoría de republicanos de la Cámara. El enfrentamiento de Trump con la presidenta de la Cámara impide consensuar las supuestas sanciones contra Turquía por su intervención en Siria.
La llamada operación “Fuente de Paz” es una verdadera operación de guerra de anexión del norte de Siria por el régimen de Erdogan, que pretende expulsar de la zona a un millón de personas y con ellos a las milicias kurdas que luchan por establecerse sobre un territorio rotulado por los kurdos como “Rojava”. Ha sido la retirada calculada de las tropas USA las que han abierto la puerta a la intervención turca contra los kurdos, traicionándolos una vez más sus aspiraciones a la paz y a la independencia nacional. La fuerzas kurdas han sido determinantes a la hora de acabar con el Califato del Estado Islámico, actuando en el terreno político y de sus alianzas por presión de los señores de los negocios de acuerdo con los EEUU. Acuerdo que no puede sino entenderse como un grave error político que les sitúa en medio de dos fuegos que se conjugan para su destrucción como pueblo en un nuevo reparto imperialista de Siria. La represión turca contra los derechos de los kurdos lleva muchos años convirtiendo el sur de Turquía en zona de de guerra que, ahora se extiende al norte de Siria. A través de la diplomacia rusa se ha establecido en estos días un acuerdo entre los kurdos y el Gobierno de Damasco que ha permitido el avance del ejército sirio para el control de la zona.
La Policía Federal Rusa hace el trabajo de avanzadilla para evitar el enfrentamiento entre los ejércitos sirio y turco, dejando a los kurdos en medio de dos fuegos. Una entrevista entre Putin y Erdogan está pendiente de realizarse para repartir los papeles de la continuación de la guerra, el reparto de las zonas, y el mismo sostenimiento del régimen de Al Assad. El control de los oleoductos de las petroleras imperialistas y los pozos de Raqa y Deir ez Zor están en la base del nuevo reparto de Siria, y los kurdos quedan en ese reparto imperialista bajo la vota del ejército de Erdogan. El Periódico “La verdad de los Oprimidos” de los socialistas de Siria, escribía al respecto: “Como demuestra el martirio que hoy está sufriendo la nación kurda, ningún pueblo que ayuda a oprimir a otro podrá liberarse a sí mismo. Jamás el imperialismo podrá otorgarle el derecho de autodeterminación nacional al pueblo kurdo. Las potencias imperialistas están para oprimir, saquear y explotar naciones, no para liberarlas. Esas potencias son las que, luego de la Segunda Guerra Mundial dibujaron las fronteras del Magreb y Medio Oriente y dejaron a la mayoría del pueblo kurdo bajo la bota de Turquía y disciplinados por Hafez Al Assad (el padre de Bashar) en Siria y por Saddam Husseim en Irak”. Hay que recordar que en 1920, tras la Primera Guerra Mundial, por el Tratado de Sévres se acordó la paz entre los aliados y el Imperio Otomano, que preveía la convocatoria de un referéndum para la creación de un Kurdistán independiente que nunca se llevó a cabo. No es, por tanto, la primera vez que los intereses imperialistas traicionan al pueblo Kurdo.
S. Oviedo