Partido Socialista Libre Federación

¡Urge la movilización unida de trabajadores y pensionistas!

Espacioindependiente nº 389, jueves 14 de enero, 2021 http://elespacioindependiente.wordpress.com/:f:info.espacio.independiente

 

¡Urge la movilización unida de trabajadores y pensionistas!

Exigimos al Gobierno de coalición y a la mayoría del Congreso:

¡No a la privatización y destrucción de las pensiones públicas!

 

Es preciso levantar la voz de alarma. Trabajadores, jóvenes, jubilados y pensionistas,… estamos confrontados ante el mayor ataque a derechos y conquistas sociales perpetrado en muchos años: la destrucción del sistema público de pensiones, como garantía de supervivencia en condiciones mínimamente dignas en el último tramo de nuestras vidas, está sobre la mesa del gobierno de Sánchez.

Desde el primer intento de contrarreforma propuesta por Felipe González y echada atrás con una Huelga General, los sucesivos gobiernos del PP y PSOE han ido avanzando, al amparo del llamado Pacto de Toledo, en un progresivo deterioro del sistema público de pensiones: alargando la edad de jubilación, los años de cotización para acceder a ella, la cuantía de la pensión inicial, pérdida de poder adquisitivo con ridículas subidas por debajo del IPC … y, sobre todo, manteniendo millones de pensiones muy por debajo del mínimo vital considerado incluso en la Carta Social europea.

En todas las ocasiones, el propósito de las “recomendaciones” del Pacto de Toledo -a veces encubierto y otras declarado- ha sido promover, con el hundimiento de las pensiones públicas, su privatización a través de planes que desviaran millones de ahorro (en realidad salario diferido) al control y negocio de los bancos. Aun así, hasta ahora no habían logrado llevar a cabo sus pretensiones en la medida deseada y, por el contrario, se han encontrado con una fuerte resistencia y la movilización de miles de pensionistas en las calles y plazas en defensa de sus reivindicaciones.

La nueva ofensiva privatizadora viene ahora con el sello de las exigencias de la Unión Europea y con el pretexto –y chantaje- de la crisis económica agravada con la pandemia del Covid19. No es nueva la obsesión de las patronales y banqueros europeos por hacerse con el apetitoso bocado de los miles de millones de las pensiones públicas en todos y cada uno de los países. De hecho, los retrocesos impuestos en países más ricos que el nuestro, como es Alemania, la depreciación de las pensiones ha elevado en pocos años el número de personas mayores en riesgo de pobreza del 4,7% al 15%; y hasta un 18% de mayores de 65 años se ven obligados a completar con trabajos parciales y precarios sus cada vez más insuficientes pensiones. A los jubilados españoles tampoco se les quiere permitir el derecho a un sistema de pensiones públicas, cada vez más golpeado, pero aún resistente.

La Unión Europea y el Banco Central Europeo son ahora más contundentes en sus mensajes: los prometidos fondos para la presunta recuperación económica, vendrán -si vienen- bajo condiciones que, una vez más, redunden en favor de las patronales y los bancos. Al gobierno de Sánchez, junto con los planes concretos a los que deben destinarse tales fondos, se le exige proceder sin más dilación a una serie de reformas (en realidad, nuevas y mayores contrarreformas) del mercado laboral y, sobre todo, del sistema público de pensiones, cuyo gasto consideran excesivo e “insostenible”. Como tampoco han considerado “sostenible” una exigua subida del salario mínimo en los PGE.

A tales exigencias responden las recomendaciones acordadas, por derecha e izquierda, en la nueva edición del Pacto de Toledo y su traducción concreta en el llamado “Plan Escrivá”, que no es una ocurrencia de dicho ministro, sino el plan que, en su esencia, debe tener el aval del conjunto del gobierno de coalición, si opta por plegarse sumisamente a los dictados de la Unión Europea, a la que, sin hacer público su contenido preciso, acaba de serle remitido para su aprobación.

Lo que sí sabemos, por lo hasta ahora publicado, es que se trata de disminuir el gasto público de las pensiones y de impulsar su privatización a través de dos vías fundamentales. De una parte -y para quienes tengan capacidad de ahorro-, los planes privados de pensiones, avalados por el Banco Central y gestionados por los bancos de cada país: el denominado Producto Paneuropeo de Pensiones Personales (PEPP), aprobado ya en el Parlamento Europeo en 2019. Y de otra, la extensión a nivel estatal de los planes privados de empresa que ya venían funcionando en lugares como el País Vasco, con la participación de empresarios y sindicatos. Se trata de destinar parte de la cotización de los trabajadores (de forma obligada si viene recogido en los convenios) a una “hucha” personal, como una forma del sistema de capitalización individual (“mochila austriaca”), a costa de la parte destinada a cotización a la Seguridad Social que, tal como se pretende, en breve caerían sus fondos y las prestaciones, condenando las pensiones públicas a su augurada y provocada “insuficiencia”. El objetivo es patente: la destrucción del sistema público de pensiones tal como se ha conquistado con años de lucha, como garantía universal, intergeneracional y de solidaridad entre los trabajadores: la caja común (que, por cierto, ha venido siendo saqueada hasta dejarla sin fondos y con una supuesta deuda a cuenta de los “préstamos” del Estado).

Urge una respuesta, social y política, al nivel de la amenaza que se cierne sobre un derecho fundamental de todos los trabajadores: el derecho a una pensión pública digna y suficiente.

Después de incomprensibles divisiones entre responsables y colectivos que se pusieron a la cabeza del amplio movimiento de jubilados y pensionistas -y que han llevado a su desmovilización-, parece existir un esfuerzo común por unir de nuevo fuerzas y levantar una gran movilización, empezando por una convocatoria general el próximo lunes, 25 de enero. Pero hay que ser conscientes de que el desafío propuesto y su alcance político y social implica que, para hacer retroceder al gobierno y el posible aval parlamentario sobre un plan antisocial de tales dimensiones, exige concitar el apoyo y movilización de todas las fuerzas políticas, movimientos sociales y organizaciones sindicales (en primer lugar, las de mayores responsabilidades) dispuestas a trazar una verdadera línea roja ante la gravísima agresión que supone el vaciamiento y destrucción del sistema público de pensiones.

Junto al llamamiento incondicional a la movilización unida, hay que proponer con claridad sus objetivos: ¡No a la privatización y destrucción del sistema público de pensiones! ¡Ninguna de las fuerzas políticas que constituyen el gobierno de coalición, levantado con el voto de millones de trabajadores, puede apoyar los planes contra el derecho a las pensiones públicas! ¡La mayoría de diputados en Cortes debe oponerse a su privatización (un auténtico retroceso histórico en derechos democráticos y sociales), y rechazar el dictado de la Unión Europea!

El 25 de enero ha de convertirse en el inicio del movimiento social y político que ponga freno a los planes de la Unión Europea de patronales y banqueros, a sus portavoces aquí del Pacto de Toledo y al propósito de ponerlo en marcha por un gobierno que dice defender los intereses de los trabajadores.

ESPACIO INDEPENDIENTE es un colectivo militante del PSLF

El Partido Socialista Libre Federación llama a la movilización y la acción!!!

  • Jan. 14, 2021, 1:28 p.m.

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