May 11, 2023, 12:47 p.m.
May 8, 2023, 5:22 p.m.
El PSLF apoya las movilizaciones por la creación de un movimiento extremeño por la república.
El sábado 15 de agosto, a las 11 de la mañana, hemos realizado la convocatoria de una manifestación en Mérida por la REPUBLICA y para que los BORBONES SE VAYAN.
Consideramos que es el momento de trabajar para construir en Extremadura un movimiento popular por la república en base a la unidad de todas aquellas personas independientes, partidos, sindicatos y movimientos sociales.
Hay una serie de consideraciones generales que exigen el derrocamiento de la Monarquía dado que es una estructura de poder de carácter feudal, que ha sobrevivido al capitalismo, y si permanece en el siglo XXI es por ser una forma de dominación que mantiene los privilegios de las clases sociales poseedoras de los medios de producción.
Hay toda una serie de cuestiones que no encajan en el sentido común de una población que cada vez más numerosa y consciente aspira a una sociedad en donde desaparezcan las desigualdades y las discriminaciones económicas y sociales entre hombres y mujeres.
No tiene mucho sentido que personas por su origen y, además, en nuestro caso concreto, por la providencia del dedo de un tirano, por la merced de un dictador sanguinario, hayan sido elegidas y asignadas para ocupar la más alta jefatura del estado.
No tiene mucho sentido que tengamos una norma constitucional que ampare la impunidad y la inviolabilidad, prerrogativas de estas personas impuestas por una de las dictaduras más sangrientas de las que se conocen del siglo XX. Estas franquicias legales consentidas y defendidas por los principales representantes políticos, judiciales y militares del Estado es lo que les da vía libre para que puedan cometer actos que escapan a las propias normas de la justicia que regulan el comportamiento de los demás españoles y españolas.
En un estado moderno y de derecho como se califica al español, no todos somos iguales ante la ley. Ha tenido que ser la justicia de terceros países la que haga público y descubra un rayo de luz que nos acerque a las triquiñuelas y dislates que vienen sucediendo en torno al antiguo rey. Este personaje, con plena libertad de movimientos, sin restricciones a sus comportamientos mercantiles y especulativos, viene acumulando patrimonios y riquezas, haciendo negocios de dudosa ética y legalidad, procediendo al cobro de supuestas comisiones ilegales, creando empresas para soslayar la acción fiscal de la hacienda, etc.
Los comportamientos que se suceden en esta trama real no escapan al conocimiento, a la vez que son consentidos por acción u omisión de quienes están al frente de las altas instituciones del estado y de los partidos políticos del arco parlamentario. Muy recientemente hemos visto como no son capaces de aprobar la creación de comisiones de investigación que pongan al descubierto en la tribuna parlamentaria las fechorías del emérito, de los supuestos negocios irregulares que se abren camino gracias a la investigación y la acción judicial de terceros países.
La Ley no es igual para todos. No podemos considerar democrático y aceptar que un estado se considere democrático cuando se persigue y condena a la cárcel a jóvenes artistas, cantantes o a quienes haciendo uso de la libertad de expresión denuncian los robos a la hacienda pública y las actuaciones al margen de la ley que realizan estos personajes reales, para los que no existe acción procesal alguna y se les permite salir de España impunemente con una tolerancia judicial inaudita.
Como hemos visto estos últimos años, poderosos de toda laya, financieros, banqueros, políticos no han escapado a la tentación del enriquecimiento avaricioso y rapaz, al más puro estilo del bandolerismo, operando y deambulando en el mundo de las subvenciones públicas, las finanzas y los negocios, gracias a los privilegios y las prebendas que disfrutan pululando a la sombra del poderoso árbol de la Monarquía.
La monarquía es el vértice que da forma y coadyuva al sistema capitalista español. Todo el poder militar, el judicial, el policial se condensa en la Monarquía. Esta, actúa como paraguas, como capa protectora de la oligarquía española, la de los grandes negocios con los presupuestos del Estado, la dueña de las grandes empresas y de la banca. Por eso, estos sectores sociales a los que está íntimamente ligada la casa real la defienden a capa y espada, la sitúan por encima de todo lo divino y humano. Pues, si la Monarquía cae, desaparece una herramienta importante para seguir expoliando y robando la riqueza que producen las capas trabajadoras del país.
La familia de la realeza junto con las élites políticas y económicas, locales, regionales y nacionales, son las responsables de la situación actual de Extremadura; son las culpables del enorme atraso económico y social, del paro, la pobreza, la emigración; son los que no quieren que nada cambie; los dueños de los enormes latifundios en el territorio extremeño para beneficio de una minoría explotadora con residencia en Madrid; en definitiva, son un lastre para las clases trabajadoras y el pueblo extremeño.
No tiene mucho sentido que los presupuestos contemplen partidas millonarias para el disfrute de la familia real, con cantidades asignadas para algunos de sus miembros, menores de edad, superiores a los cien mil euros; Mientras tanto hay miles de familias extremeñas que sufren el desempleo, cobrando subsidios de miseria o ayudas sociales como la renta básica o incluso sin ingresos y dependan de los bancos de alimentos, o con mucha suerte tengan trabajos en los que cobren unos salarios que difícilmente llegan a unos 15.000 o 16.000 euros anuales,
No es de justicia que mientras casi el 50 % de las clases trabajadoras extremeñas se encuentran en la pobreza o en estado de exclusión social haya una casa real que dispongan de millones de euros, entre otras cosas varias para disfrutar de fueros y palacios.
Ha llegado el momento de generar una fuerza social y política con una base fuerte y firme en el pueblo trabajador capaz de expulsar de este país a esta minoría parasitaria que desde siglos vive a costa del sudor y la sangre obrera. En definitiva, tenemos que crear la suficiente movilización social en Extremadura que sumada a la que se está creando y existe en otras partes del Estado Español obligue al rey anunciar su abdicación y se vaya, para que comencemos la construcción de una República Popular al servicio de las capas trabajadoras de este país.
July 5, 2021, 12:11 p.m.