La crisis de la listeriosis en Andalucía ha tenido una gestión nefasta. Comenzando por la empresa responsable de los hechos, La Mechá, que ha demostrado ser una empresa fraudulenta y mentirosa que debe ser llevada a los tribunales por su pésima gestión y nulo respeto por la vida y salud de los y las consumidoras. El ayuntamiento de Sevilla debe al igual que otros incrementar su plantilla de veterinarios y recibir para ello el apoyo de la Junta y de otras administraciones que cargan un peso excesivo en los ayuntamientos, cuando les conviene. Pero sobre todo la Junta de Andalucía que ha llegado incluso a cubrir a la empresa fraudulenta (A PESAR DE MÁS DE 200 HOSPITALIZADOS Y HOSPITALIZDAS Y TRES FALLECIMIENTOS!!!) , debe asumir responsabilidades y dimitir todos sus cargos políticos responsables del asunto y que desde luego no es tan solo el nefasto y privatizador consejero de salud. Cuando los controles y protocolos de seguridad se dejan tan solo en manos del mercado, pasan estas cosas. Cuando lo público hace dejación de sus funciones lo pagan las ciudadanas y cuidadnos con su salud. La lección es incrementar plantillas y controles públicos y modificar una ley que deja excesivas prerrogativas en manos de las empresas de la alimentación y estas, no solo en este caso, han demostrado ampliamente y durante lustros que no merecen nuestra confianza.