Cuantas más elecciones se convocan más se pisotean los derechos sociales y las reivindicaciones democráticas

¡Alto al engaño y la manipulación de la voluntad popular!

En la noche del 17 de septiembre la Casa Real comunica, después de la ronda de consultas de su titular con los representantes de los partidos con representación parlamentaria, que “no formula una propuesta de candidato a la presidencia del Gobierno”; lo que se transformará en convocatoria de unas nuevas elecciones generales, el 10 de noviembre. Las segundas elecciones generales en siete meses y las cuartas desde 2015…

Estamos en presencia de una grave crisis de las instituciones que controlan la política, que combina otras muchas crisis de alcance estatal e internacional: la de la guerra de la competencia capitalista que se expresa en lo comercial, lo económico y en las divisas; la de la carrera de armamentos y guerras sin fin; la de la quiebra de la Unión Europea que representa el Brexit, que se traduce y acelera la recesión económica y social general…

Vivimos el fracaso de todo un sistema político y económico, que se concentra en España en las expresiones de quiebra territorial y social del régimen del 78. Un fracaso que tiene muchos culpables, que se extiende a todas aquellas fuerzas políticas oficiales sometidas a “la razón de Estado”, que pretenden gobernar de espaldas a la voluntad popular y al dictado de la Corona, de la Troika y de la OTAN.

Todos los supuestos “hombres de Estado” y sus respectivos partidos clientelares, de uno u otro color, representan intereses ajenos al sentir mayoritario de trabajadores y pueblos. Y ahora se preparan, con las elecciones anticipadas, a la ceremonia de la confusión y de la división, tras haber utilizado nuestros votos a su conveniencia e interés, sin pensar en las clases trabajadoras, las mujeres, los pensionistas o en mejorar lo público.

Nadie puede asegurar que otras elecciones (innecesarias) van a resolver los graves problemas acumulados, liquidando la mayoría actual que prometía decisiones favorables a la mayoría social. Elecciones que no van a ayudar a salir del punto muerto de la política oficial. Elecciones que solo envuelven una nueva oportunidad para los partidos de derechas, que desgobiernan en Andalucía y en el ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. En definitiva, elecciones que pretenden dividir y enfrentar a trabajadores y pueblos en beneficio exclusivo del secuestro de la voluntad popular y de las políticas de las derechas.

Más de lo mismo, en una situación cada vez peor… Esta es la fórmula que no hará sino volver y volver al bucle en el que estamos metidos desde hace cinco años. Entendemos que hay que salir del callejón sin salida en el que están sumergidos los partidos políticos del régimen, y que por sus intereses de casta arrastran a toda la sociedad.

Romper con el bloqueo político e institucional, que ahoga nuestra sociedad, no puede sino llevar a romper con sus políticas continuistas: de austeridad y pérdida histórica de derechos y conquistas sociales, de secuestro de la libertad y soberanía.

Ante la convocatoria de Elecciones Generales anticipadas para el 10 de noviembre, es escandaloso el comportamiento de los principales partidos que se reclaman de los derechos de los trabajadores y de la izquierda. Nos llevan a situar en primer término la cuestión de una nueva representación politica de los trabajadores, fiel a sus intereses y aspiraciones. En medio de la división y el enfrentamiento, los socialistas por la libre federación de los pueblos proponen los siguientes acuerdos por la unidad:

 1.- Impulsar la convergencia de militantes y corrientes que se reclaman de la independencia política de los trabajadores mediante CONFERENCIA DE URGENCIA ANTE LA QUIEBRA DE LA MAYORIA POLÍTICA, POR LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO Y POPULAR, POR LAS REIVINDICACIONES SOCIALES Y DEMOCRÁTICAS.

 2.- Ayudar a la más amplia movilización social y política, por Cortes y Parlamentos soberanos que hagan suyas las reivindicaciones sociales, democráticas y nacionales.

 3.- Promover la apertura de negociaciones entre el Gobierno central y la Generalidad, la inmediata libertad de los presos y el respeto a la voluntad popular. Reconocimiento de los derechos históricos y nacionales de todos los pueblos del Estado español y solución federalista, de una vez, a un problema -el territorial- nunca resuelto y bloqueado por el nacionalismo españolista.

 4.- Por elecciones libres a Cortes Constituyentes, que respondan a las demandas de los trabajadores, de los jóvenes, del feminismo rupturista, de los partidos y movimientos que demandan la soberanía de los pueblos. Elecciones libres, puesto que los actuales corsés legales impiden la libre participación; pues solo partidos con acceso a créditos bancarios pueden competir en ellas. Cambio de una ley electoral pensada tan solo en perpetuar el bipartidismo y el pacto con la corona y las oligarquías.

¡República y libre federación!