Sept. 7, 2023, 11:39 a.m.
Aug. 30, 2023, 7:24 p.m.
Aug. 29, 2023, 1:39 p.m.
INTRODUCCIÓN
La tierra es un elemento clave para alcanzar el bienestar, el crecimiento económico y el desarrollo social. Para ello es imprescindible que haya una distribución equitativa y una utilización eficaz de la misma, el agua, y otros recursos naturales que son la base del desarrollo sostenible.
Hay una serie de cuestiones claves que repercuten de manera importante en el nivel de vida de la inmensa mayoría de los agricultores de nuestro país, unas de carácter más global y otras que tiene sus raíces en la propia historia de nuestro país.
En la actualidad, la inmensa mayoría de los agricultores están atrapados entre los grandes grupos empresariales que controlan la producción agraria y los que dominan la comercialización y la compra de alimentos. Por un lado, les venden las maquinarias y los demás factores de producción, y por otro les compran su producción alimentaria.
Esta situación les pone en manos de los grandes grupos multinacionales, lo que les impide alcanzar unos precios asequibles de venta de las materias primas, en consecuencia, unos niveles adecuados en sus rentas agrarias. Así, por ejemplo, la concentración agroquímica de la producción mundial de abonos, semillas y herbicidas está en manos de 4 o 5 empresas multinacionales. Por otro lado, el acceso mundial a los alimentos está controlado por menos de 10 grandes corporaciones que poseen los derechos de la mayoría de los alimentos de uso habitual.
Por otro lado, están las políticas de la Unión Europea que poco a poco van abandonando el carácter estratégico que tienen la agricultura y la ganadería para la vida de las personas, y se orientan a la liberalización de la producción y comercialización de alimentos para ponerlos en manos de los grandes grupos empresariales.
A lo señalado anteriormente, se unen unas circunstancias específicas relacionadas con las estructuras agrarias que se dan en algunos de los territorios de nuestro país, el minifundismo y el latifundismo. Muchos de los problemas económicos y sociales derivados de estos modelos de la propiedad de la tierra perduran en zonas de Galicia, Extremadura, Andalucía y Castilla.
El progreso en la modernización técnica, con la capitalización de la tierra y el enorme aumento de los rendimientos no han impedido que algunos de los problemas históricos derivados de la propiedad de la tierra como la redistribución de la renta agraria, el paro entre la población obrera y ciertos residuos feudales en el campo persistan y sigan pendientes de resolución en buena parte de los territorios enumerados.
Este conjunto de circunstancias, determinan el avance en los últimos años y sobre todo durante la crisis inmobiliaria del proceso capitalista de la concentración de tierras, lo que conllevan una serie de dificultades y obstáculos que impiden la democratización de la agricultura y que se alcanzen unos niveles de producción y desarrollo alimentario capaz de satisfacer las necesidades de la población trabajadora.
PROPUESTAS
1.- Desde el PARTIDO SOCIALISTA FEDERAL consideramos que hay que poner en marcha un conjunto de políticas que respondan a las necesidades y aspiraciones de los productores de la agricultura, pesca y ganadería que mejoren su calidad de vida, el desarrollo del medio rural y al mismo tiempo, permitan alcanzar la soberanía alimentaria.
2.- Para ello, es necesario su participación activa en la definición y desarrollo de las políticas que haya que tomar.
3.- Las medidas económicas, sociales, políticas y legislativas deben ser capaces de modificar la estructura de la propiedad y de la producción de la tierra. En muchos casos para lograr un uso productivo de la tierra hay que acabar con situaciones en los que la distribución de la tierra se halla en pocas manos, este asunto es de una importancia fundamental y un requisito imprescindible para superar muchos de los problemas históricos que hemos padecido y aún están presentes en nuestros pueblos..
4.-Nuestras políticas deben estar orientadas a potenciar las diferentes agriculturas locales, basadas en el modelo de explotación familiar, con un apoyo decidido a la misma y a las asociaciones y cooperativas de productores que permitan alcanzar las ventajas que producen las economías de escalas, y una verdadera soberanía alimentaria.
5.-Hay que garantizar el derecho de los agricultores a disponer de los factores de producción necesarios para su actividad.
6.-El PSF tiene que eliminar las dificultades y remover los obstáculos para que las mujeres puedan acceder al acceso a la tierra, agua, crédito.
7.-Hacer frente y resolver cuestiones que aparecen como secundarias pero que influyen en la agricultura y retrasan su desarrollo deben ser aspiraciones socialistas de primer orden, como el elevado precio de la tierra que comparado con su rentabilidad no compensa las inversiones de jóvenes agricultores para facilitar el relevo generacional en la agricultura. En la actualidad, por encima del 86 % de la propiedad de la tierra está en manos de personas mayores de 55 años. Los agricultores cuando se jubilan siguen con la actividad agraria sin vender ni ceder las tierras, así más del 27 % de perceptores de ayudas de la PAC son personas jubiladas. (933.000 perceptores.
8.-Es una necesidad el impulso de una agricultura y una ganadería que esté basada en la ecología con la preservación del medio ambiente, la no utilización del uso de productos químicos, fertilizantes, plaguicidas, antibióticos. Al tiempo exigimos en el terreno de la agroalimentación el doble etiquetado con precio en origen y precio de venta al consumo.
9.-La lucha contra el cambio climático es un desafío que debemos afrontar dado que la naturaleza del mismo está afectando gravemente a la vida económica y social de los más desfavorecidos, lo que implica trabajar por un modelo de crecimiento y una organización social diferente para la vida colectiva e individual más respetuosa con el medio ambiente.
10.-La necesidad de incrementar la investigación y el desarrollo tecnológico para su aplicación a la agricultura destinada a combatir la pobreza rural y la exclusión urbana, que respete las tradiciones culturales y productivas como un elemento ineludible de integración social.
11.-En lo que respecta a la producción animal, es necesario mantener y conservar a las razas autóctonas, favoreciendo la cría y explotación en régimen extensivo.
12.-No hay que olvidar la tradición y el desarrollo alcanzado por la apicultura, para la obtención de productos de gran calidad por la abundancia y variedad de la flora melífera existente en España.
13.-En la actividad económica vinculada a la pesca tenemos que aprovechar las posibilidades que se ofrecen para la creación de empleo y riqueza, recuperando la capacidad productiva y la competitividad de la pesca, mejorando las condiciones de vida de la gente del mar y actuar en la diversificación de la actividad para contribuir a la generación de nuevos empleos.
Al igual que en la agricultura y ganadería en esta actividad hay que tomar medidas que permitan una mayor incorporación de la mujer, modernizando las flotas costeras para conseguir una mayor seguridad en las flotas.
14.-El modelo de aplicación de la PAC en España debe estar orientada a beneficiar a los agricultores, a aquellos que en la actividad agraria emplean la mayor parte de su tiempo y de sus recursos económico. y no como ocurre en la actualidad que beneficia muy especialmente a los grandes propietarios de la tierra. La mayor parte de las ayudas directas a los agricultores van destinadas a un número bastante reducido de grandes beneficiarios, propiciando un reparto bastante injusto de las ayudas. Por este motivo, hay que establecer topes máximos que propicien repartos más justos de los fondos.
15.-Hay que favorecer las políticas de desarrollo rural, aumentando las cantidades destinadas para el gasto público en el medio rural y los fondos FEADER.
16.-Uno de los objetivos de la aplicación de la PAC es la mejora del comportamiento medioambiental, por lo que apoyaremos y reforzaremos las prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente. En este sentido, se deben elaborar políticas que apoyen las superficies activas y la reducción de las superficies ociosas, así como fomentar y apoyar a todos los cultivos que son básicos para la alimentación y contribuyen fundamentalmente a la soberanía alimentaria de nuestros pueblos.
Nov. 12, 2018, 11:47 a.m.
Oct. 30, 2019, 9:23 a.m.
Sept. 22, 2020, 2:02 p.m.